El hígado es uno de los órganos que mayor importancia tiene en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Tiene un papel fundamental en una gran cantidad de procesos de nuestro organismo, como en el de la digestión, ya que secreta bilis y otros compuestos que ayudan a digerir los alimentos. También ayuda a eliminar toxinas, a metabolizar los medicamentos y el alcohol y a equilibrar la glucosa y los niveles de colesterol en sangre. Al mal funcionamiento de nuestro higado se le conoce como Higado graso.

Por tanto, es fundamental mantener el hígado sano para que nuestra salud no se resienta y el resto de nuestro organismo pueda funcionar adecuadamente. En el caso de que este órgano se viese afectado, como ocurre con el hígado graso, puede suponer, a medio y largo plazo, un desequilibrio en muchas de las funciones de nuestro cuerpo.

Ingredientes

Cardo mariano

La presencia de la silimarina en sus semillas lo convierte en uno de los mejores remedios para tratar enfermedades como el hígado graso.

Una de las cualidades más destacadas del Cardo mariano es su capacidad protectora y regeneradora de las células del hígado o hepatocitos. Se trata de un flavonoide con actividad antioxidante. Refuerza las membranas de dichas células, e impidiendo que los productos tóxicos que podrían causarles daños sean absorbidos.

Por su capacidad hepatoprotectora, ayuda a subsanar los daños hepáticos, producidos en algunos casos por el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias, ha demostrado ser muy eficaz en la regeneración hepática de las personas que sufren daños severos a causa de los medicamentos para el VIH, sobre todo los retrovirales, que son muy fuertes y lesionan el órgano, o de los tratamientos agresivos de quimioterapia en pacientes con cáncer, los cuales también pueden llegar a dañar este órgano vital, esta planta ha demostrado ser un medicamento natural único.

Diente de leon.

La raíz de diente de león es excelente para limpiar el hígado. La taraxacina estimula suavemente el hígado y activa la producción de bilis, lo que mejora el metabolismo de las grasas y previene la formación de cálculos biliares. Además favorece la eliminación de sustancias tóxicas.

Hierba del sapo.

La hierba del sapo sirve para problemas de hígado graso, vesícula, colesterol y presión arteria

Alcachofa.

La alcachofa es un vegetal ideal tanto para el hígado como para la vesícula biliar, dado que posee una acción colerética que aumenta la segregación biliar de forma que puede ser muy útil para tratar ictericia, mala digestión de grasas, congestión o hígado perezoso.

Pero las virtudes de la alcachofa para le hígado y la vesícula no acaban aquí, ya que estimula incluso la regeneración de sus células cuando estas están expuestas a diferentes toxinas.

Indicaciones

Tomar 2 capsulas antes de dormir.